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Labioplástia: Tras la búsqueda de la belleza del rostro, vino la del cuerpo, y de forma inevitable la mujer actual busca la belleza de sus genitales.

Ya no se conforma con lucir unas piernas bonitas y un pecho hermoso, sino que quiere ofrecer a su pareja y a sí misma, una imagen de sus genitales sin las huellas del envejecimiento y los partos.
Los problemas más comunes son el engrosamiento por grasa del monte de Venus, el adelgazamiento de los labios mayores y el descolgamiento de los menores. El aspecto se aleja mucho de aquellos genitales externos de la juventud y que ahora, depilados, pueden presentar un aspecto poco agradable.

Curiosamente las soluciones son sencillas, pero pocas mujeres lo saben o se atreven a consultar. Parece que se hayan inventado recientemente estos tratamientos, cuando la verdad es que se han realizado desde hace décadas pero solo a un pequeñísimo porcentaje de pacientes que han consultado por ello.

Pero esto está cambiando, y el interés por el embellecimiento genital es cada vez mayor.

Los tratamientos van desde la liposucción de la grasa del monte de Venus, la infiltración con materiales de relleno, casi siempre ácido hialurónico, en los labios mayores y la reducción de los labios menores.

Esta última, la ninfoplástia o también llamada labioplástia es tal vez la intervención de mayor envergadura de las tres, y sin embargo es una cirugía simple que se realiza casi siempre con anestesia local y cuyo objetivo es resecar el exceso de labio menor que asoma a través de la vulva y que puede incluso resultar molesto y hasta doloroso durante las relaciones sexuales.

La infiltración de ácido hialurónico en labios mayores, es una técnica menor que se realiza bajo anestesia local solo en el punto de infiltración. Se va inyectando el material hasta conseguir un aspecto y textura del labio con mas volumen eliminando la imagen de labio vacío típico del envejecimiento. El material se reabsorbe en el plazo aproximado de un año pudiendo volver a rellenarse cuando se desee.

Como alternativa a este material, se encuentra el injerto de grasa propia. Tiene la ventaja de ser definitiva aquella cantidad que prenda (es al fin y al cabo un injerto), pero puede requerir de un par de intervenciones hasta conseguir el aspecto deseado.

La liposucción del mote de Venus, no tiene más particularidad sobre cualquier liposucción que la de la zona que se está tratando (véase liposucción en nuestro blog) y su resultado ofrece un aspecto más joven del bajo vientre.

Con todo ello, la mujer puede desterrar los posibles complejos que pudiera tener ante su pareja ocasionados por la presencia de unos genitales poco atractivos y con ello mejorar su relación personal y su vida sexual.

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