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Como cada año con la llegada del verano, se plantea el problema de como cuidar las cicatrices quirúrgicas o no, que puedan quedar expuestas al sol.

No hay demasiados estudios que concluyan el comportamiento de las cicatrices expuestas al sol, pero los pocos que existen, y sobre todo, la evidencia clínica, demuestran que la radiación ultravioleta aumenta la pigmentación y agrava su aspecto clínico.

Con estos datos, es obvia la recomendación clásica de evitar la exposición solar y fomentar el uso de pantallas solares en forma adecuada como parte del habitual cuidado de las cicatrices.

Protección solar, fotoprotectores o pantallas solares.

Los fotoprotectores, son productos de aplicación tópica que absorben o reflejan parte de la radiación UV sobre la piel.

La eficacia de estos productos, dependerá del tipo de piel del usuario, la frecuencia con la que se aplique, la cantidad de producto aplicado y de la cantidad de absorción por parte de la propia piel.
Según los expertos, un espesor de producto de 2 mg/cm2, sobre la cicatriz, ofrece un nivel de protección adecuado, debiendo haber sido utilizado un producto con un factor de protección (FPS) no inferior al 30 y al ser posible en forma de crema espesa y opaca en lugar de geles o aceites transparentes.

En cuanto a la frecuencia de la aplicación, también hay consenso en que debe aplicarse inicialmente 15 a 20 minutos antes de la exposición solar, y continuar haciéndolo cada 30 – 40 minutos en función de la actividad física que se tenga en ese momento (deporte con sudoración, agua, etc.).

Cuidado de las cicatrices del sol y uso de la protección solar

Como la experiencia enseña que el público en general, y por diversos motivos, no solemos cumplir estrictamente estas normas, se aconseja siempre que sea posible, cubrir la cicatriz con un verdadero bloqueo físico, como es la ropa.

Llevar la cicatriz cubierta con prendas densas y oscuras que reflejen por completo la luz solar, el uso de sombreros de ala, son las mejores medidas de ayuda a los fotoprotectores incluso en días nublados, ya que se ha demostrado que en estos días en los que aparentemente no hay exposición al sol, la radiación ultravioleta es hasta de un 40%.

Estos cuidados, evidentemente deben ser extremos en los primeros meses de la cicatriz, cuando su actividad biológica es máxima. Pero deben mantenerse al menos durante un año cuando estadísticamente, se da por terminado el proceso de maduración de la cicatriz.

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