El bronceado empieza en la mesa

En cuanto empiezan los primeros rayos de sol intenso tras el invierno, empezamos a pensar en adquirir un tono mas bronceado de nuestra piel.
Se puede pensar que hay que esperar al pleno verano para empezar la exposición solar. Sin embargo nuestra piel va a agradecer la preparación para ello, pudiendo incluso potenciar en forma saludable y mantener el color durante mas tiempo con sencillos consejos de alimentación.
Basta con incorporar a la dieta determinados alimentos que aportan elevados contenidos de vitamina E y favorecen la producción de melanina.
Empezar con moderado a alto consumo de estos alimentos durante la primavera, aumenta las probabilidades de un bronceado mas intenso y uniforme y posiblemente con menor foto daño.
Tal es el caso de las zanahorias y espinacas muy ricas en carotenos, que de todos es sabido su efecto acelerador del bronceado, pero que no todos saben el efecto protector contra los radicales libres provocados por la radiación solar, de forma que estaríamos luchando contra el envejecimiento de la piel por efecto de la exposición solar prolongada o excesiva.
Los tomates, muy frecuentes en la dieta de esta época del año, también cumplen con estas características de aceleración del bronceado al tiempo que de protección.
El consumo de agua, debería ser aumentada también en esta época, y no limitarnos a los populares “dos litros”, ya que la pérdida por evaporación es mayor, y en casos de restricción de agua, el organismo se la va a quitar al tejido que vitalmente menos la necesita: la piel. Favoreciendo con ello la aparición de arrugas por desecación y envejecimiento cutáneo.
El consumo rutinario de suplementos alimentarios tipo Omega 3, debería también incorporarse dese la primavera, si es que no se realiza habitualmente para preparar y reparar la piel del fotodaño causado por el sol y conseguir con ello un color moreno mucho mas duradero.
Parece ser también que el consumo rutinario de manzanas durante los últimos meses del verano, podrían prolongar el color moreno de nuestro bronceado durante mayor espacio de tiempo.