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El melón (Cucumis melo) es una fruta típica del verano. Es una planta de tallo rastrero, pertenece a la familia de las cucurbitáceas, que incluyen unas 850 especies de plantas que producen frutos de gran tamaño y protegidos por una corteza dura. A este grupo pertenece  el pepino, la calabaza, el calabacín y la sandía.

El melón una  fruta muy consumida en muchos países debido a su sabor dulce, refrescante y con gran capacidad hidratante,  pero además sus propiedades son muy interesantes para nuestra salud, ya que está cargado de minerales y vitaminas muy beneficiosas.

 

Con respecto a su origen existen varias teorías: hay quien cree que empezó su cultivo en Oriente (India, China, Persia), mientras que otras teorías sitúan su origen en el continente africano. Lo que sí se conoce de forma segura es su cultivo en el antiguo Egipto, cinco milenios antes de nuestra era. En la actualidad está muy extendido por todo el mundo por su facilidad. Carlomagno  recomendaba en el siglo VIII su cultivo como planta medicinal.

 

 

Un antiguo proverbio árabe que “el que sacia su estómago con melones se llenará de luz”.

Hoy en día podemos encontrar en los mercados muchas variedades diferentes de melones: de piel de sapo, ogen, tendral, galia, cantalupo, honey dew… , de pesos que oscilan entre los 700g. y los 4 Kg. Cada variedad tiene sus peculiaridades  de textura y color pero todos con algo en común: que son dulces y refrescantes. La pulpa  es aromática, suave   y de diferentes colores según la variedad, desde blanco amarillento a naranja e incluso verde El melón de piel de sapo es el más popular y fácil de encontrar en nuestro país; es de cultivos locales y  tiene buen precio en verano.

ELECCIÓN Y CONSERVACIÓN

Un melón maduro debe de tener un aroma dulce y agradable, pero no en exceso, ya que significaría que está pasado; y si no huele a nada es que le falta maduración. También tenemos que prestar a tención a su piel que debe de ser gruesa y sin manchas y con el color correspondiente según su variedad.

Siempre hay que escoger piezas compactas y pesadas. Otra forma de saber si el melón está en su punto (dulce y maduro) es mirar el pedúnculo que tiene en uno de los extremos: Si está demasiado duro el melón todavía no está listo para comer, pero si está blando y seco, es un indicativo de que el melón está dulce y listo para comer.

También podemos conocer el estado de madurez de la fruta por la presión: se ha de presionar con el pulgar de forma ligera pero con firmeza el extremo del tallo, si está maduro debe de ceder un poco, pero si está duro es mejor esperar un poco antes de su consumo.

Una vez maduro, el melón debe de consumirse pronto. Lo mejor es conservarlo en el frigorífico  y cubrirlo con un film transparente para evitar que se impregne de otros aromas. En caso que esté algo verde lo debemos de conservar en un lugar aireado y fresco.

Valores nutricionales

Junto con la sandía es una de las frutas más apetecibles y resfrescantes en verano,  por cada 100 gr. el 85-90% es agua. Es  bajo en calorías debido a la escasa cantidad de azúcares que contiene, 36 kcal por 100gr. y 1 gr de fibra saciante  (3% de CDR).

Es rico en betacarotenos  que el organismo convierte en vitamina A y esta cantidad  depende del color anaranjado de la pulpa  (los melones reticulados poseen una cantidad más alta que el resto).  Es importante para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas. Posee una cantidad importante  de vit. C, bien conocida por su acción antioxidante, pero también participa en la formación del colágeno y favorece la absorción de hierro intestinal. . Con 200 g se cubre más del 80% de las necesidades diarias de vitamina C. Por su contenido en ácido fólico, con esos 200 gr. se cubren el 30%  de la CDR.

Los minerales que aporta en mayor cantidad son el potasio (equivale al 7% de DCR)  a quien debe, en parte, su efecto dirurético, el magnesio (posee un ligero efecto laxante)  y el calcio, aunque  este último es de peor aprovechamiento que el que procede de los lácteos.

Es  una de las frutas frescas más ricas en sodio (10 miligramos/100 gramos de producto, frente a los 4 miligramos/ 100 gramos de media del resto de frutas).

 

 

Composición por 100 gramos de porción comestible

 
Calorías 36
Hidratos de carbono (g) 13,1
Fibra (g) 0,8
Potasio (mg) 320
Magnesio (mg) 11,8
Calcio (mg) 15,8
Hierro (mg) 0,4
Provitamina A (mcg) 3
Vitamina C (mg) 32
Folatos (mcg) 2,7

 

EL MELÓN Y LA SALUD

Más de la mitad de la composición del ser humano es agua, variando la distribución según los tejidos corporales. El agua ejerce funciones reguladoras participando como medio de transporte en los fluidos orgánicos (la linfa, sangre, sudor, etc.),  interviene en la regulación de las reacciones químicas que se dan en el organismo y  en el mantenimiento de la temperatura corporal. Las fuentes de agua más importantes son las bebidas y determinados  alimentos, entre los que destacan las frutas y entre ellas el melón, con más del 80% de agua en su composición por eso es una fruta ideal para el verano ya que nos ayuda a mantenernos hidratados,  con la ventaja de su bajo aporte calórico, por lo que  está especialmente indicado en dietas de control de peso y dietas con control específico de los hidratos de carbono, como la diabetes.

 

Por su valor nutricional es una fruta que no debe faltar en la dieta habitual; es buena para tomar en desayuno, comer a media mañana o merendar.

 

Por el  aporte de  provitamina A y vitamina C, su consumo es especialmente recomendado para aquellas personas que no toleran los cítricos u otras fuentes de vitamina C. También para quienes deban de  llevar a cabo una dieta baja en grasa  con un pobre  contenido  de vitamina A o, incluso,  para personas cuyas necesidades nutritivas están aumentadas, tales como en periodo de crecimiento, embarazo ( aporta buena cantidad de ácido fólico, calcio y magnesio)  lactancia materna, o en aquellas situaciones donde se disminuye el aprovechamiento o hay un proceso de malbsorción (tabaquismo, determinados medicamentos, actividad física intensa, enfermedades inflamatorias crónicas).

El melón es una de las frutas más ricas en potasio; la riqueza  en este mineral junto con la gran cantidad de agua que tiene,  convierten a esta fruta en  diurética por excelencia, y por tanto recomendable para quienes sufren de retención de líquidos; pero sin embargo deben de tener cuidado aquellas personas  que  padezcan de  insuficiencia renal y requieran dietas especiales con respecto a las cantidad de potasio.

Por su contenido en fibra ayuda a mejorar el tránsito intestinal con lo que alivia  el estreñimiento y mejora las molestias provocadas por los gases.

Rica en antioxidantes  nos ayuda a combatir los daños provocado por los radicales libres a nivel sistémico. Es de destacar la cantidad de adenosina que contiene, sustancia beneficiosa y protectora del sistema circulatorio.

Uno de los usos curiosos del melón  por la cantidad de sustancias antiinflamatorias que tiene es como antihemorroidal incluso por vía externa.

Por la cantidad de provitamina A que tiene es bueno para la visión, la piel y el pelo: el melón aplicado en  la piel, como si fuera una mascarilla, hace una limpieza en profundidad y ayuda a  eliminar  las manchas y las lesiones de acné.

En el melón se aprovecha todo, incluso las semillas. Tradicionalmente se han usado machacadas para favorecer la expulsión de parásitos  intestinales. Desecadas al sol o tostadas adquieren mayor contenido en flavonoides con poder antioxidante, además que pueden especiarse y así conseguir un buen aperitivo.  De ellas también obtiene un aceite con propiedades calmantes.

 

USO CULINARIO DEL MELÓN

Ya hemos dicho que el melón tiene su mejor momento en el verano. La forma más habitual de comerlo es como fruta, pero tiene muchas más posibilidades tanto para comerlo en dulce como en salado: compotas, mermeladas, sorbetes, zumo, aperitivos, brochetas…., y no se nos olviden las ensaladas de verano y las macedonias.

Sí que es aconsejable no tomarlo muy frío o bebiendo mucha agua, ya que puede tener un efecto laxante ligero.

También de sus semillas se puede obtener un agua fresca, como la que preparan en Méjico. Se lavan y una vez escurridas, se trituran y se mezclan con el melón troceado y agua, se mete en frigorífico unas tres horas antes de ser consumido.

 

He aquí dos recetas interesantes y distintas de consumir el melón.

 

  1. GAZPACHO DE MELÓN

Ingredientes:

  • Un melón de piel de sapo maduro mediano
  • Zumo de medio limón
  • Unas hojas de menta
  • Hielo picado
  • Dos claras de huevo
  • Opcional: un toque de pimentón

Modo de hacerlo:

Abre el melón por la mitad y se extrae la pulpa que se mezcla en la batidora junto con el zuma de limón y el hielo hasta que quede en textura fina. Aparte, bate las dos claras de huevo a punto de nieve y añade batiendo a mano a la mezcla de melón. Esta mezcla se mete en el congelador durante dos horas aproximadamente sin que llegue a congelarse; después de este tiempo se bate de nuevo y se sirve bien frío acompañado de hojas de menta, unas botias de melón y un poco de pimentón (siempre opcional).

Por ración de bol de gazpacho de 175 gramos aproximadamente 63,7 kcal ( 3% de la CDR), 156 gramos de agua , 15,2 gramos de carbohidratos (5% de la CDR) 1,4 gramos de fibra, 4,6 gramos de grasa, 31,7 de vitamina C (53% de CDR) , 0,2 mgr.de vitamina B6 (8% de CDR) , 31,8 microgramos de folato (8% de CDR), 391 mgr. de potasio ( 11% de CDR).

El gazpacho de melón es un plato refrescante,  con un 90% de agua que ayuda a hidratarte. Bajo en calorías y aporta fibra saciante.

(Receta sacada del suplemento El libro de los superalimentos de la revista Sport life

  1. Polos de melón, lima y hierbabuena 

Los polos de fruta fresca son una buena alternativa, sobre todo para los niños, además con la ventaja que no hay que añadir azúcar si la fruta está lo suficientemente madura. Esta receta de polos de melón, lima y hierbabuena es especialmente refrescante.

 

Ingredientes:

  • 500 gr. de melón (sin cáscara ni pepitas)
  • 2 limas
  • 8-10 hojas de hierbabuena
  • Pizca de sal

Preparación:

Le quitamos al melón la cáscara y las pepitas, y lo troceamos. Exprimimos el zumo de las dos limas.  En la batidora ponemos el zumo de lima con las hojas de hierbabuena y una pizca de sal, y trituramos a máxima potencia. A esta mezcla añadimos el melón troceado  y trituramos todo junto hasta que la mezcla quede bien integrada. Rellenamos unos moldes de polo que ya vienen preparados  y los metemos en el congelador al menos 4 horas.

 

 

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