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Generalmente nos da miedo de separarnos de algo, ya sea de cosas, relaciones, sentimientos, que ya no nos sirven para nada en nuestra vida. Este sentimiento es el “apego” y a veces no nos permite avanzar en nuestro crecimiento. Trabajar el desapego nos permite liberarnos de todos estos obstáculos para vivir una vida emocionalmente más sana.

Según el diccionario de la Real Academia española de la Lengua, la palabra “apego” significa afición o inclinación hacía alguien, simplemente, pero a veces añadimos un sentimiento de vínculo afectivo que nos impide la separación de cosas, relaciones, sentimientos, y cuando lo intentamos sentimos ansiedad, abandono e inseguridad; además este sentimiento de apego nos permite refugiarnos en momentos de tristeza, temor, malestar, buscando en la figura del apego el apoyo y el bienestar emocional.

¿Cuántas veces hemos abierto un cajón con la idea de vaciarlo de cosas que ya no nos sirven, lo hemos mirado, revuelto y luego lo hemos cerrado dejándolo como estaba? Y ¿Cuántas veces nos ha pasado lo mismo en el plano afectivo, desear alejarnos de personas que sabemos son tóxicas?. No lo podemos hacer por el “apego”, pero se puede trabajar.

Que es el desapego

Apego es el vínculo que une o mantiene unidas a las personas y a estas con sus cosas y sus situaciones. Necesitamos establecer vínculos de amor, de respeto y protección; no hay nada tan necesario y reconfortante. Pero hemos de saber que estas relaciones de apego deben ser saludables y ofrecernos cierto espacio personal.

El apego, por ejemplo en el plano familiar, es lo que hace que nos preocupemos de un bebe o que este se calme simplemente con el olor de su madre, por lo que el apego en dosis adecuadas es un vínculo muy positivo. Pero el problema viene cuando este sentimiento nos hace ser demasiado sobreprotectores con los hijos y entonces no pueden madurar con la suficiente autoestima haciéndoles inseguros y con falta de autonomía, o bien nos hace mantener una relación de pareja sabiendo que ninguno es feliz.

En otro orden de cosas hace que tengamos los armarios y cajones llenos de ropa que no usamos ni usaremos nunca. Es en este momento cuando el sentimiento de apego nos supone un problema, no nos deshacemos porque “llevan mucho tiempo con nosotros”.

El desapego no significa deshacernos de todo lo que nos resulta importante ni en el plano material ni emocional, no es romper con vínculos emocionales, es un valor interior que deberíamos aprender a desarrollar liberándonos de excesos que nos atan y nos impiden evolucionar a nivel personal. Tenemos que aprender a liberarnos de cosas, personas y hechos pasados que impiden que seamos autónomos y obtengamos la suficiente madurez emocional

Como trabajar el desapego

Tener una buena autoestima es importante para desarrollar un apego saludable. Las personas que consiguen llevar a cabo un desapego saludable no tienen miedo a la soledad, son capaces de hacer cosas por si mismas con plena seguridad y confianza en ellas mismas.

Si empezamos por las cosas, ¿Cuánto guardamos cuya vida útil ha llegado a su fin?.

Guardamos cosas que no usamos por los recuerdos gratos a las que asociamos, otras porque las compramos y “nos da cosa” ya que nos hemos gastado el dinero, pero ahí se quedaron en un recóndito rincón del armario; otras veces las guardamos por si acaso hacen falta y se quedan años sin usarlas. Es necesario que dejemos espacio libre bien para que entren cosas nuevas o bien simplemente para que se quede el espacio vacío para disfrutar de él. El hecho de liberarnos de estas cosas nos dará cierta sensación de libertad, algo así como decir “al fin pude deshacerme de……y he sido capaz”.

 

Con respecto a las personas y sentimientos ocurre lo mismo. El desapego nos permite romper esas relaciones con otras personas que no nos están aportando nada e incluso nos cargan de negatividad y a las cuales nos sentimos encadenados. Es un apego tóxico y poco saludable que nos impide avanzar. Deberíamos sentirnos libres para romper con ellas.
Nuestros apegos se basan en hechos del pasado que nos unen a una relación que nos hace daño. Debemos de ser más conscientes del aquí y ahora, de nuestro presente para no perder la oportunidad de ser feliz.

Con los sentimientos y sensaciones deberíamos hacer lo mismo. A veces los atesoramos para no sentirnos culpables, ni tristes….; como seres humanos que somos no queremos sentirnos mal. Debemos de analizar los sentimientos que nos mantienen apegados al pasado y saber desprendernos de todos aquellos que nos anclan y no nos dejan avanzar.

Practicar el desapego es como ir aligerando de peso la mochila de la vida echando fuera de ella los sentimientos nostálgicos y todo aquello que nos oprime. Ahora nos sentiremos más ligeros y tendremos espacio para meter en ella cosas y sensaciones positivas nuevas. Este trabajo es duro, pero una vez conseguido te sentirás agradecido contigo mismo.

Deberíamos empezar por analizar cuantas cosas tenemos en casa que no utilizamos y cuanto espacio podríamos crear deshaciéndonos de ellas, y, poco a poco, según vayamos aprendiendo, lo podremos aplicar a otras facetas más complicadas e importantes de nuestra vida.

EN DEFINITIVA…

Si nunca habías valorado la necesidad de deshacerte de cosas inservibles, te podemos aconsejar que comiences por analizar cuántas cosas tienes que no utilizas y cuánto espacio podrías crear deshaciéndote de esas cosas. Poco a poco nacerá en ti la necesidad de experimentar esta liberación de la que hablo y podrás ir trabajando poco a poco en facetas más difíciles o importantes de tu vida.
Te invito a que pongas en práctica esta lectura y compruebes qué efecto tiene en ti la magnífica costumbre de irte deshaciendo de todo lo que te pesa y no te sirve.

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