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Es un hecho constatado que la depilación y el patrón de los cuerpos depilados tanto en mujeres como en hombres, se ha impuesto y al menos para mucho tiempo, en la sociedad actual.

Entre los diferentes sistemas de depilación con los que se cuenta, cada vez hay mas adeptos a la depilación por sistemas de luz, bien sea los de Luz Pulsada (IPL), o bien los diferentes tipos de láser de uso médico o cosmético debido a la comodidad que estos presentan.

Sin embargo, y al margen de los diferentes equipos que pueden ser utilizados, existe un factor que garantiza el éxito del tratamiento, y es el conocimiento clínico del paciente, su seguimiento adecuado y la aplicación de ciertas normas de seguridad básicas.

Solo así, se podrá garantizar la consecución del objetivo sin tener que lamentar efectos secundarios como quemaduras cutáneas.

Para ello, y antes de iniciar ningún tratamiento de depilación por Luz debería seguirse los siguientes pasos:

1. Realizar un historial clínico del paciente para prever reacciones adversas o efectos secundarios no deseados.

2. Analizar el tipo de piel y de pelo del paciente, ya que la foto depilación tanto en intensidad como en frecuencia, debe adaptarse a sus características.

3. El paciente debe ser informado pormenorizadamente sobre la técnica que se va a utilizar y de las características propias del tipo de aparato (seguridad y eficacia).

4. Conocer los fármacos (farmacia, parafarmacia, herboristerías, etc) que está tomando el paciente, puesto que algunos pueden provocar crecimiento del pelo, fotosensibilidad o reacciones fototóxicas, fotoalérgicas y fotodinamizantes.

5. Conocer igualmente y suspender si fuera necesario, los cosméticos que el paciente pudiera aplicarse en la zona a depilar: hidratantes, exfoliantes, autobronceadores, ya que pueden influir igualmente en la sensibilidad a la luz

6. Abstenerse de tomar el sol el tiempo necesario antes y después del tratamiento, ya que la aplicación del láser en pieles bronceadas puede producir quemaduras.El uso correcto de fotoprotección es indispensable, y este debe ser adecuadamente prescrito por el médico. No todos valen en todos los casos.

7. La depilación está contraindicada de forma absoluta en pacientes fotosensibles, febriles o con infección aguda.

8. Se deben tomar precauciones especiales con pacientes con historia herpes recurrente, tratadas con ácido retinóico oral, personas con fototipos cutáneos altos y mujeres embarazadas o en situación de lactancia.

9. Debe hacerse un seguimiento cercano para valorar los primeros días la posible aparición de efectos adversos, los cuales son de poca importancia cuando han sido correcta y prontamente solucionados.

Normalmente los efectos secundarios (enrojecimiento de la piel y pequeñas inflamaciones) son transitorios e intrascendentes, y en menos del uno por ciento de los casos puede aparecer foliculitis, hiperpigmentación, costras, púrpura, erosiones, etc.

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