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En el año 2004,  se aprueba en España  el uso cosmético de sustancias biológicas para el tratamiento de las arrugas de expresión

¿En qué consisten los nuromoduladores?

Se trata de sustancias biológicas de carácter proteico , y que ejerce su acción en la unión neuromuscular de la zona donde haya sido aplicada, impidiendo la liberación, de forma pasajera del neurotransmisor denominado acetilcolina de tal modo que no se realice el movimiento muscular de dicha microzona.

Su uso en medicina es muy antiguo, siendo un excelente aliado en especialidades como la neurología, oftalmología y proctología, para tratamientos de diversas patologías.
En Medicina Estética su uso esta destinado a relajar las arrugas producidas por la mímica, es decir, las que se producen con los movimientos musculares. De hecho, este tratamiento tiene resultados muy satisfactorios en la eliminación de las arrugas de expresión en las que los músculos son responsables del movimiento que hace que se formen, como en la zona del  entrecejo, la frente o alrededor  de los ojos, formando las llamadas «patas de gallo».

Indicaciones

Como hemos mencionado anteriormente, los neuromoduladores solo están indicados para aquellas arrugas que se producen con el movimiento de la cara, las llamadas arrugas de expresión.

Las zonas donde podemos encontrarlas son en la frente, provocadas por el movimiento excesivo del músculo frontal, En el entrecejo, provocadas por el movimiento excesivo de los corrugadores, t en las zonas externas del reborde del ojo, provocadas por el músculo orbicular.

 

 

El tratamiento.

El tratamiento de las arrugas de expresión es muy sencillo, sin embargo, es necesario que quien lo aplique sea un profesional experto, buen conocedor de la anatomía de la zona,  pues una mala praxis podría alterar la mímica facial.

Se aplica mediante pequeñas  inyecciones con una aguja muy fina, de tal forma que resulta prácticamente indoloro. Previamente, el médico debe explorar la cara del paciente pidiéndole que gesticule repetidamente y con determinados movimientos, lo cual ayudaran a delimitar los músculos faciales para ser lo mas selectivo posible en los puntos de inyección.
Los resultados comienzan a dejarse notar de manera progresiva entre las primeras 36 a 48 horas. Alcanzarán su máximo efecto entre el día 12 y el 14, y este se puede prolongar entre tres y seis meses, e incluso más si el paciente es una persona joven. Una vez superado este tiempo, se recomienda someterse de nuevo a este tratamiento para volver a eliminar las arrugas pretendidas.

El resultado

La evolución del tratamiento, ha pasado de obtener caras planchadas y sin expresión, como resultado de la excesiva aplicación que se hacía antiguamente según los primeros protocolos americanos, a obtener actualmente caras relajadas, naturales, que puedan mantener una mímica adecuada y sin pretender eliminar al 100% la arruga de tal forma que el paciente tratado con neuromoduladores luzca mucho mas joven pero de forma natural y pase desapercibido.  .

Existen pacientes con mayor sensibilidad que otros a estas sustancias, y con músculos mucho mas hipertónicos que otros, lo que hace que el tratamiento no obtenga el mismo resultado en intensidad ni en duración en todas las personas por igual.

En muchas ocasiones con arrugas muy profundas, es preferible combinar el tratamiento con la aplicación de un relleno dérmico, antes que seguir insistiendo en una dosis excesiva.

La duración del resultado varía según los pacientes entre tres y seis meses, aunque bien es cierto que aún en los casos de mayor duración, la capacidad de relajación se va perdiendo a partir del tercer mes. Como regla general, se aconseja una pauta de dos tratamientos al año.

Otros usos en Medicina Estética.

Si bien el principal uso de los neuromoduladores  en estética es el tratamiento de las arrugas hiperfuncionales, tal vez el tratamiento más satisfactorio por cuanto aporta un extraordinario nivel de confort para el paciente, es en la hiperhidrosis, es decir el exceso de sudoración.

Los pacientes que padecen esta patología, presentan además de en situaciones normales, una producción excesiva de sudoración principalmente en manos y axilas cuando se enfrentan a situaciones de estrés personal o laboral que disminuye en gran medida la autoconfianza.

El tratamiento que se realiza mediante pequeñas inyecciones intradérmicas, bloquea al igual que en los músculos, la liberación del neurotransmisor responsable de la actividad de las glándulas sudoríparas.

El resultado es muy duradero, pudiendo mantenerse entre 8 meses y un año, y devuelve al paciente la confianza perdida a la hora de dar la mano o quitarse un abrigo sin mostrar los tan temidos rodetes de sudor en la ropa

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