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¿Qué ocurre en tu piel cuando haces ejercicio físico?

 

Además de mejorar la salud y mantener el cuerpo ágil y flexible, también la piel se beneficia del ejercicio físico moderado, pero hay que saber prepararla y cuidarla tanto antes como después de la actividad.

 

Antes de iniciar el ejercicio:

 

– Limpiar bien la piel: Es importante una buena limpieza y quitar todo resto de maquillaje; por ejemplo la base y el colorete ensucian los poros y pueden aparecer puntos negros y acné.

 

– Fotoprotector: Si el ejercicio se realiza al aire libre es imprescindible su uso para evitar las manchas, pero no solo aplicarlo en el rostro, si no también en dorso de manos (las grandes olvidadas), cuello y escote. También el uso de gafas solares es importante si hay una radiación solar muy alta.

 

Después de realizar ejercicio físico:

 

– Nada más acabar es importante lavarse la cara con agua fresca para limpiar los restos de sudor y grasa, además calma la piel.

 

– Es mejor darse una ducha rápida para no deshidratar la piel. Es aconsejable enjabonar las zonas son más sudor y aclarar con agua tibia. Secarse bien todo el cuerpo insistiendo en los pliegues ya que son zonas naturalmente húmedas, si se mantienen con cierto grado de humedad se favorece la aparición de hongos y foliculitis.

 

– No se nos olvide aplicar leche corporal en todo el cuerpo.

 

– Los pies también merecen atención, usar el calzado adecuado para cada actividad, que sea cómodo y no oprima para evitar rozaduras y ampollas. Se aconseja realizar una buena exfoliación dos veces por semana para evitar durezas.

 

 

actividad física

    Ejercicio físico y sus beneficios en el piel

 

Estos son los principales beneficios sobre  la piel que aporta el ejercicio físico:

 

1. La práctica regular de actividad física y ejercicio hace que aumente la circulación, por lo que favorece la llegada   de  oxígeno y los nutrientes a la piel, de forma que la renovación celular se activa ; pero también permite depurar de   una forma más efectiva las toxinas evitando la oxidación celular, siempre que se haga de una forma moderada. Esto   contribuye a dar el aspecto de piel más saludable.

 

  1. Tiene efecto antiinflamatorio. Con la actividad física moderada se segregan unas moléculas llamadas interleuquinas que tienen acción antiinflamatoria.

 

En estos dos aspectos, la práctica excesiva de ejercicio, bien por mucha intensidad o bien por exceso de tiempo, provocan el efecto contrario, es muy oxidante y también pro-inflamatorio.

 

  1. La sudoración provocada también tiene su función; el sudor arrastra la suciedad , las impurezas y las toxinas que están en la superficie de la piel; podríamos decir que se realiza una exfoliación natural. Otro efecto del sudor es que los poros se abren, se desatascan las glándulas sebáceas mejorando los problemas de acné. Es lo que se ha llamado “efecto sauna”.

 

  1. El ejercicio ayuda a mantener y renovar de una forma más eficaz tanto el colágeno como la elastina, proteínas básicas en la piel para mantener la firmeza y la elasticidad de la piel.

 

  1. Mejora el drenaje linfático ayudando a eliminar líquidos retenidos.

 

  1. Aumenta la masa muscular. Esto también es beneficioso ya que los músculos de la cara dan soporte a la piel, por lo que mejora la flaccidez.

 

  1. El ejercicio moderado diario ayuda al descanso. Se liberan las endorfinas, hormonas del bienestar favoreciendo el descanso nocturno, y esto es bueno para la piel ya que el estrés y la falta de sueño alteran la barrena cutánea y pueden agravarse algunas alteraciones de la piel que se relacionan con el estrés tal como la rosácea o la dermatitis seborreica. Otro efecto beneficioso del descanso es la mejoría de las ojeras y de las bolsas de los ojos, todos sabemos como cuando no descansamos bien ambas se nos marcan mucho más.

 

  1. El ejercicio es uno de los pilares básico para el tratamiento y prevención de la celulitis (piel de naranja), precisamente por mejorar tanto la circulación, como drenaje linfático y el retorno venoso.

 

  1. El cabello también se beneficia del aumento de la circulación sanguínea, mejora la tonalidad, el brillo y la caída.

 

Como vemos la realización de ejercicio moderado no solo mejora la salud de nuestro cuerpo mejorando el metabolismo del colesterol o favoreciendo la acción de la insulina, sino que también tiene un efecto beneficioso para nuestra piel. Y si hacemos nuestro ejercicio al aire libre mucho mejor, hay contacto con la naturaleza que ayuda aún más a reducir los niveles de ansiedad y estrés a los que la vida actual nos tiene acostumbrados, así aumentaran aún más los niveles de serotonina y endorfinas. No se nos olvide que nuestra piel refleja nuestro estado de ánimo. Eso sí, practiquémoslo de una forma moderada para conseguir todos estos efectos beneficiosos.

 

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