Cuanto cuesta un tratamiento en Medicina Estética, es una pregunta que nos hacen muy a menudo.
El coste de un tratamiento abarca diversos factores: los materiales utilizados, como productos específicos y suministros médicos, contribuyen significativamente. Existe además una amplia gama de materiales que en principio «sirven para lo mismo», pero que se diferencian enormemente entre sí en sus calidades.
La mayoría de los centros por fortuna, y entre ellos Clínica Císem, en Sevilla, solo utilizamos productos debidamente homologados por la agencia española del medicamento. Sin embargo y por desgracia, la guerra de precios ha hecho que en centros con pocos escrúpulos (afortunadamente no son muchos), trabajen con marcas de dudosa procedencia, donde no puede garantizarse el estado ni calidad del producto, pero que eso sí, son muy baratos.
El tiempo utilizado en el tratamiento, la complejidad del mismo y la necesidad de sucesivas consultas de control, también se deben tener en cuenta a la hora de establecer el criterio de «cuanto cuesta un tratamiento»
Los sueldos del personal médico, auxiliar y administrativo, los seguros para proteger tanto a pacientes como a profesionales, y los impuestos asociados son componentes esenciales. No olvidemos que los tratamientos de Medicina Estética en la legislación española, están gravados con el 21% de IVA
Las instalaciones médicas adecuadas y el equipamiento especializado para poder poder tener un «donde y con qué» también inciden en los costes, ya que garantizan un entorno seguro y eficiente para los procedimientos estéticos.
Finalmente, la inversión en formación continua y actualización tecnológica necesaria si queremos tener un servicio médico actualizado, también influye en la tarifa final del tratamiento.
En resumen, no se trata simplemente como algunos piensan de poner «un poco más» al coste bruto del producto utilizado.
Como se ha descrito, existen estos y otros gastos que forman parte del funcionamiento de un centro médico estético y que evidentemente, contribuyen a incrementar el gasto mas allá del simple coste bruto de un producto.
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